¡De miedo! El lamento eterno de La Llorona en Ciudad Altamirano
La leyenda de La Llorona sigue viva en las calles de Ciudad Altamirano, Pungarabato, donde vecinos aseguran escuchar un lamento que atraviesa el tiempo y el espacio, estremeciendo a quienes lo oyen.
Paloma Arévalo, testigo de lo ocurrido, relató que la primera vez escuchó el lamento en la madrugada desde la casa de su madre, ubicada en la calle Reforma, detrás de la calle Moya, a la altura de Vulcano. “Era un grito desgarrador, como si el viento se lo llevara… ‘mis hijos…’”, narró. La experiencia la marcó profundamente, y asegura que nunca pudo olvidar aquel sonido.
Un segundo episodio ocurrió mientras permanecía en un cuarto, escuchando sollozos que recorrían la calle sin pronunciar palabras. “No era miedo lo que sentía, sino un respeto ante lo inexplicable”, indicó. Paloma comparó la experiencia con lo vivido en Morelia, donde la leyenda es frecuente, y destacó que el fenómeno en Ciudad Altamirano es único y más intenso.
Los relatos de los habitantes indican que el lamento de La Llorona recorre puntos emblemáticos de la ciudad: el zócalo, el edificio del ayuntamiento y el mercado, formando parte del paisaje nocturno para algunos vecinos, como doña Josefina, quien lo ha escuchado durante años.
Paloma también recordó otro hecho inquietante: durante las madrugadas en la zona del Cachún, cerca del colegio Tepeyac, escuchó el trote de un caballo que parecía surgir de la nada, cuyo sonido desaparecía entre las calles silenciosas, reforzando el aura de misterio que rodea a la ciudad.
La última vez que la joven oyó el lamento fue hace dos años, y hasta la fecha asegura que el eco de La Llorona sigue recorriendo las calles de Ciudad Altamirano, dejando en quienes lo escuchan un recuerdo imborrable y un estremecimiento que mezcla miedo, respeto y fascinación.
