¿Por qué se sigue marchando cada 2 de octubre en México?

Bajo el lema “El silencio ante los genocidios es complicidad”, integrantes del Comité 68 y organizaciones estudiantiles marcharon nuevamente para conmemorar los 57 años de la masacre estudiantil ocurrida el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco.
La movilización inició poco después de las 16:00 horas, partiendo desde la Secretaría de Relaciones Exteriores hacia el Centro Histórico, transitando por el Eje Central rumbo al Zócalo capitalino. A la cabeza de la marcha, figuras como Félix Hernández Gamundi, Victor Guerra y David Roura encabezaron el contingente que portaba mantas con mensajes como “El 2 de octubre no fue matanza. Gaza no es guerra, son genocidios”.
Participación estudiantil y estatal
Se sumaron a la marcha estudiantes de diversas instituciones como la UNAM, UAM, IPN, UACM, normalistas rurales, asociaciones civiles, sindicales y colectivos como las madres buscadoras. Las consignas centrales aludieron a otros episodios de violencia y desaparición forzada, como el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Durante la marcha, hubo momentos de tensión: algunos grupos identificados como el “bloque negro” realizaron pintas en cortinas de comercios, rompieron cristales o lanzaron botellas hacia muros. También se observaron filas de granaderos equipados con cascos y escudos custodiando puntos claves del recorrido.
Memoria, exigencias y simbolismos
Al llegar a la Plaza de las Tres Culturas, los participantes realizaron ceremonias simbólicas: danzas prehispánicas, ofrendas florales y veladoras, además de colocar coronas en memoria de los estudiantes caídos. En carteles y mantas se leía “¡2 de octubre no se olvida!”, “Ni perdón ni olvido” y alusiones a tragedias recientes en planteles universitarios.
Previo al arranque, el Comité 68 aprovechó para recordar que las acciones represivas no fueron hechos aislados, sino parte de un contexto de “guerra sucia” que incluyó persecución política, desapariciones y represión constante durante los años siguientes.
Significado de la marcha en 2025
Este ejercicio colectivo no sólo rememora un episodio histórico de represión, sino que renueva demandas de justicia, memoria y esclarecimiento de los hechos. Al tener lugar en un momento donde la protesta social sigue siendo objeto de confrontaciones, la marcha sirve como recordatorio de que ciertos hechos no deben quedar relegados al pasado.
Mientras las consignas se repiten con cada aniversario, la movilización busca mantener viva la memoria de las víctimas y presionar para que el Estado reconozca plenamente sus responsabilidades ante crímenes de lesa humanidad.